A estas alturas nadie puede aún
escudarse en el desconocimiento de la nueva norma que obliga a contar con un Certificado
Energético para vender o alquilar una vivienda o local por lo que parece increíble
que, al precio irrisorio al que se puede conseguir, haya todavía una gran
mayoría de propietarios y profesionales que hacen oídos sordos y siguen
obviando el asunto corriendo el riesgo de ser sancionados duramente.
Es por ello que, aunque se hayan
hecho esperar, las primeras multas han aparecido y Madrid ya ha puesto la
primera este pasado diciembre, siete meses después de la entrada en vigor del
decreto ley que regula el certificado. Y lo ha hecho con mano dura: 4.000 euros
por una infracción muy grave por falsedad en una calificación.
Desde su entrada en vigor, todas las Comunidades han iniciado cientos de expedientes de control y no tardaremos mucho en tener conocimiento de muchas más multas dado el elevado índice de incumplimiento que existe todavía.
No cabe duda de que se impondrán
muchas más sanciones y es de esperar que así sea porque de alguna manera se
debe premiar a los que se esfuerzan por hacer las cosas dentro de la legalidad.