¿Qué es el CEE Certificado de Eficiencia Energética?

El CEE ó Certificado de Eficiencia Energética es, en realidad, un estudio acerca de la eficiencia energética de una vivienda, edificio o local en el que se estudian los consumos energéticos en tres áreas fundamentales: agua caliente sanitaria, calefacción y refrigeración.
 
Este estudio ha de ser llevado a cabo mediante una de las herramientas oficialmente habilitadas para ello, y por un técnico titulado adecuado; la más utilizada para evaluar una vivienda o local ya existente (no en proyecto de ejecutarse) es la llamada CE3X.
 
Una vez realizado el estudio, para lo cual el técnico debe visitar, medir y tomar nota de las características del inmueble y sus instalaciones, se llevará a cabo la introducción de datos en el programa y éste devolverá un informe detallado y le otorgará una calificación plasmada en una letra (de la A a la G) en función de su mayor o menor eficacia respectivamente; así, una vivienda calificada con la letra A, sería de una eficacia máxima, mientras que otra calificada con la letra G tendría los peores valores.
 
La mayoría de las viviendas existentes en España obtienen la calificación E.
 
El CEE debe ser registrado en la Registro habilitado en su Comunidad correspondiente; en el caso de Andalucía este registro no tiene tasas por lo que es gratis. Aunque la Ley prevé que sea el propio propietario el que realice este trámite, en la práctica lo hace siempre el técnico ya que es un proceso muy complicado para una persona ajena y bastante sencillo para un técnico con experiencia sobre todo si el mismo ha elaborado el CEE.
 
Es por eso, que todos los técnicos certificadores ofrecen en sus servicios conjuntamente con la redacción del CEE su registro correspondiente.
 
Una vez realizados todos los trámites, el técnico entregará al cliente tres documentos: el certificado de eficiencia energética, un listado de posibles mejoras a realizar voluntariamente para mejorar la calificación obtenida y el acuse de recibo del registro con la etiqueta energética correspondiente.


[José Miguel Rubio es arquitecto urbanista especialista en certificación energética de edificios. Si quieres saber algo más acerca del CEE puedes hacer tus consultas gratuitas al 625 042 292 ]

¿Pagas mucho de IBI?

Si realizas una tasación inmobiliaria de tu vivienda y el resultado de la valoración es diferente al valor administrativo puedes comenzar una reclamación al catastro para que compruebe el valor real actual. Conocer el valor catastral y que este sea el correcto es importante a la hora de pagar nuestros impuestos, pero sobre todo puede afectar mucho al valor de venta.




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Autoficiencia energética pero sin beneficios fiscales


Recientemente, el gobierno aprobó la Ley de Presupuestos Generales en la que se incluyó la posibilidad para que los Ayuntamientos aplicaran importantes beneficios fiscales para aquellas viviendas que poseyeran el Certificado de Eficiencia Energética y que hubieran obtenido una clasificación al menos de tipo E.

Las mayores bonificaciones las conseguirían, lógicamente, las viviendas de mejor clasificación, tipo A, que reducirían sus impuestos en un 20%; las seguirían las tipo B, con un 16%, las tipo C, con un 12%, las de tipo D, con un 8% y, finalmente, las de tipo E, que bonificarían un 4%.

Quedarían fuera de las bonificaciones las de peor clasificación, o sea, las de tipo F y G.
Parecía una buena oportunidad para obtener este Certificado, que además es obligatorio a la hora de alquilar o vender la vivienda o local, y aprovecharse tanto de los bajos precios que se pueden conseguir hoy en día, como de las bonificaciones que pudieran hacer amortizar el gasto en uno o dos años.

La potestad en esta materia la tenían las Administraciones Locales que en sus Ordenanzas Fiscales deberían incluir las disposiciones correspondientes para proceder al respecto. Pues bien, salvo error u omisión de este técnico, ningún municipio de la provincia ha aplicado estas bonificaciones en sus ordenanzas; tan solo Cádiz tuvo intención de hacerlo y, de hecho, la prensa llegó a anunciar que se habían aprobado, pero lo cierto es que tras la publicación de las Ordenanzas en el BOP han “desaparecido“ como por arte de la peor magia.

La ecología y la sostenibilidad está muy bien de boquilla pero jugarse los cuartos con esto tal y como están los patios es mucho hablar. Por eso da mucha rabia escuchar a dirigentes políticos hablar ahora en los medios de “autosuficiencia energética” de las ciudades cuando han sido incapaces si quiera de fomentar la eficiencia de las viviendas cuando tan fácil lo tenían.